DE QUE MAGNITUD ES LA HUELLA ECOLOGICA MUNDIAL?
La huella ecológica de cada ser humano, calculada para el año 2003, fue de 2.2 hectáreas. Sin embargo, nuestro planeta tan sólo es capaz de otorgar a cada uno de sus habitantes cerca de 1.8 hectáreas. Esta diferencia, lo que nos indica, es que cada uno de nosotros utiliza más espacio para cubrir sus necesidades de lo que el planeta puede darnos.
Si sumáramos las huellas ecológicas de cada uno de los habitantes del planeta en el 2003, el resultado nos diría que hubiéramos requerido 1.25 planetas como el que tenemos para satisfacer las necesidades de todo ese año. En pocas palabras el uso de los recursos y del medio ambiente no es sostenible. La huella ecológica mundial actual ha crecido de manera importante si la comparamos con el valor calculado cuatro décadas atrás. En el año 2003 la humanidad necesitaba cerca de 14 mil millones de hectáreas que equivalían a 1.25 planetas tierra, para cubrir sus necesidades, mientras que en 1961 este valor estaba en cerca de 4 mil 500 millones de hectáreas, es decir medio planeta tierra. La huella ecológica también puede ser calculada para cada país en función de sus necesidades y de los recursos naturales que posee. Con base en ello podemos saber cuales países tienen un déficit en su huella ecológica, es decir, la superficie que requieren para satisfacer sus necesidades es mayor que la pueden ofrecer sus territorios y aquellos que todavía tienen crédito natural o ecocrédito. Los países con las mayores huellas ecológicas en el mundo en 2003 fueron los Emiratos Árabes Unidos con 11.9 hectáreas por persona, Estados Unidos con 9.6, Finlandia y Canadá con 7.6 y Kuwait 7.3. en conclusión los países industrializados y con gran crecimiento económico tienen huellas ecológicas más altas, mientras que en los países en desarrollo en donde la mayor parte de la población las condiciones son de pobreza tienen una gran riqueza natural para ofrecer y aprovechar. En México hace 7 años el espacio para que un mexicano realizara sus actividades era de 2.6 hectáreas por persona, es decir 0.9 hectáreas más que las que nos corresponden por las características de nuestro territorio. Ocupamos el lugar 46 entre las mayores huellas ecológicas en el mundo. En la zona metropolitana los impactos van más allá de los límites geográficos. Se abastece de agua procedente de los Estados de México, Guerrero y Michoacán y desaloja los residuos a través de las corrientes fluviales a los estados de Hidalgo y Veracruz. La electricidad que utiliza la gran ciudad se genera en zonas tan lejanas como Chiapas, podremos imaginar la magnitud de la huella ecológica si tomemos en consideración que en la ciudad habitan cerca de 21 millones de personas algo así como el 20.2% de la población total del país en tan sólo .025% del territorio nacional. EN EL ARTICO Se podrá atravesar en barco de Alemania a China. EN EL POLO NORTE EL GRAN DESHIELO EN MENOS DE LO QUE ESPERAMOS Según científicos alemanes han descubierto que para el verano de 2019, se podrá cruzar el Polo Norte en barco. El cambio climático ha acelerado el proceso de deshielo y no será en el 2050, cuando el polo se empiece a derretir. Un grupo de analistas dirigido por el instituto de Leibniz de ciencias marinas de Kiel, al norte de Alemania concluyó que se podrá hacer el viaje en barco, de Kiel a Japón, cruzando el Ártico. Además en la zona de Siberia se ha documentado que en las casas tienen cada vez más grietas, ya que el terreno congelado se está derritiendo.
domingo, 30 de mayo de 2010
domingo, 16 de mayo de 2010
USO Y ABUSO DEL RECURSO AGUA
Con el aumento de la población mundial y la implantación de nuevas costumbres y formas de vida, cada vez más personas se ven afectadas por la falta de agua, que puede convertirse en uno de los mayores problemas de la humanidad. Todavía no se tiene plena conciencia de ese peligro.007, un número que alcanzó fama mundial con la serie de novelas y películas sobre el fantástico personaje llamado James Bond. Con hacer un pequeño esfuerzo de memoria, viene al recuerdo que el 007 llevaba pegada una coletilla que decía “licencia para matar”.
Lo que son las cosas, que parece que, realmente, el 007 está destinado a cumplir el fatídico mandato, pero por circunstancias totalmente distintas. Hechas todas las mediciones, se ha calculado con total precisión que toda el agua dulce disponible para uso humano en todo el mundo es de sólo el 0,007 por ciento del agua del planeta.
El cálculo no es tan difícil. Se sabe que el 97,5% del agua de la Tierra es salada. Sólo queda un 2,5% de agua dulce. Pero, de esa cantidad, casi dos tercios (1,6% del total) es agua helada de los glaciares y casquetes polares. El resto está presente en la humedad del suelo por efecto de las lluvias o en napas demasiado profundas para ser explotadas. Y apenas el 0,007 es el agua dulce que baja de las montañas en forma de ríos o que surge de la tierra.
Gran parte de esa competencia será por el agua y el petróleo y tendrá lugar en Asia central y el mar Caspio, donde esos recursos siguen siendo abundantes y los gobiernos son demasiado débiles para protegerlos, afirmó Michael Klare, un analista de la doctrina estratégica de Estados Unidos por más de 30 años.
En el Continente americano
La región ha logrado grandes avances en las décadas recientes. El porcentaje de personas en América Latina y el Caribe con servicios de agua corriente se ha incrementado del 33% de la población en 1960 al 85% al año 2007, lo cual deja aún a 77 millones de personas sin acceso al agua potable: 51 millones en áreas rurales y 26 millones en las áreas urbanas.
El porcentaje de la población con conexión a servicios de saneamiento entre 1960 y 2007, en América Latina y el Caribe, aumentó del 14 al 49%. Aproximadamente 256 millones de personas utilizan letrinas y fosas sépticas y 100 millones de personas no tienen acceso a servicio de saneamiento alguno. Menos del 14% de los residuos cloacales proveniente de viviendas es tratado en plantas de saneamiento, incrementando el riesgo de daños ambientales a largo plazo. El resto de los residuos cloacales es descargado sin tratamiento en las corrientes de ríos, lagos, acuíferos subterráneos y océanos.
En el año 2007, las estadísticas mostraron que los pobres pagaron entre 1.5 y 2.8 veces más por el agua que las familias de mayor solvencia; así como en un porcentaje mayor en relación a sus ingresos. Asimismo los pobres reciben una peor calidad de agua, incrementando así el riesgo de contraer enfermedades diarreicas, que pueden causar la muerte cuando afectan a los niños.
Importantes acuíferos en el oeste de Estados Unidos, México y América del Sur son amenazados por la sobreexplotación y la contaminación. En América del Sur, del 40 al 60 por ciento del agua proviene de acuíferos que enfrentan la contaminación siempre en aumento producida por el incremento de la actividad minera y agrícola. En México, 102 de los 653 acuíferos son sobre explotados, siendo la fuente principal de abastecimiento de agua para el 65%.
En algunas áreas los campesinos se han visto forzados a cambiar sus siembras de algodón a la menos lucrativa siembra de granos para forraje, debido a la insuficiencia de agua en los acuíferos para la siembra de algodón. Muchos de los principales lagos y cuencas de ríos desde América del Norte hasta América del Sur se encuentran bajo una gran presión debido al incremento en la población y décadas de desarrollo agrícola e industrial; entre los que se encuentran los grandes lagos en Estados Unidos, el lago de Maracaibo en Venezuela y el lago de Chapala en México.
El fin de esos ejercicios no es sólo fortalecer a las fuerzas armadas de esos países y estimular su independencia de vecinos más poderosos, en especial Rusia, China e Irán, sino también plantar la bandera -y el poderío militar- de Estados Unidos en una región que alberga 270 millones de barriles de petróleo o un quinto de las reservas mundiales probadas, según estimaciones.
La lucha por el agua dulce también puede volverse más desesperada en los próximos años, simplemente porque “la demanda está superando rápidamente a la oferta” en vastas áreas que se extienden desde el norte de África hasta Asia meridional.
Las cuencas fluviales donde la situación es más grave se encuentran en regiones donde el rápido crecimiento de la población presiona los recursos existentes y el recalentamiento del planeta puede agravar las condiciones de sequía.
Ejemplos claros de esto son el río Nilo, que fluye desde Etiopía hasta Egipto, pasando por Sudán; el Jordán, compartido por Israel, Jordania, Líbano y la Autoridad Nacional Palestina; el Tigris-Éufrates, que fluye desde Turquía hasta Siria, Iraq e Irán, y el Indus, cuyos afluentes atraviesan partes de India y Pakistán.
Como resultado, los conflictos se trasladarán cada vez más a regiones con recursos naturales relativamente abundantes, que en general habían sido olvidadas durante la guerra fría.
“El resultado es una nueva geografía estratégica, definida por la concentración de recursos y no por las fronteras políticas”.
Con el aumento de la población mundial y la implantación de nuevas costumbres y formas de vida, cada vez más personas se ven afectadas por la falta de agua, que puede convertirse en uno de los mayores problemas de la humanidad. Todavía no se tiene plena conciencia de ese peligro.007, un número que alcanzó fama mundial con la serie de novelas y películas sobre el fantástico personaje llamado James Bond. Con hacer un pequeño esfuerzo de memoria, viene al recuerdo que el 007 llevaba pegada una coletilla que decía “licencia para matar”.
Lo que son las cosas, que parece que, realmente, el 007 está destinado a cumplir el fatídico mandato, pero por circunstancias totalmente distintas. Hechas todas las mediciones, se ha calculado con total precisión que toda el agua dulce disponible para uso humano en todo el mundo es de sólo el 0,007 por ciento del agua del planeta.
El cálculo no es tan difícil. Se sabe que el 97,5% del agua de la Tierra es salada. Sólo queda un 2,5% de agua dulce. Pero, de esa cantidad, casi dos tercios (1,6% del total) es agua helada de los glaciares y casquetes polares. El resto está presente en la humedad del suelo por efecto de las lluvias o en napas demasiado profundas para ser explotadas. Y apenas el 0,007 es el agua dulce que baja de las montañas en forma de ríos o que surge de la tierra.
Gran parte de esa competencia será por el agua y el petróleo y tendrá lugar en Asia central y el mar Caspio, donde esos recursos siguen siendo abundantes y los gobiernos son demasiado débiles para protegerlos, afirmó Michael Klare, un analista de la doctrina estratégica de Estados Unidos por más de 30 años.
En el Continente americano
La región ha logrado grandes avances en las décadas recientes. El porcentaje de personas en América Latina y el Caribe con servicios de agua corriente se ha incrementado del 33% de la población en 1960 al 85% al año 2007, lo cual deja aún a 77 millones de personas sin acceso al agua potable: 51 millones en áreas rurales y 26 millones en las áreas urbanas.
El porcentaje de la población con conexión a servicios de saneamiento entre 1960 y 2007, en América Latina y el Caribe, aumentó del 14 al 49%. Aproximadamente 256 millones de personas utilizan letrinas y fosas sépticas y 100 millones de personas no tienen acceso a servicio de saneamiento alguno. Menos del 14% de los residuos cloacales proveniente de viviendas es tratado en plantas de saneamiento, incrementando el riesgo de daños ambientales a largo plazo. El resto de los residuos cloacales es descargado sin tratamiento en las corrientes de ríos, lagos, acuíferos subterráneos y océanos.
En el año 2007, las estadísticas mostraron que los pobres pagaron entre 1.5 y 2.8 veces más por el agua que las familias de mayor solvencia; así como en un porcentaje mayor en relación a sus ingresos. Asimismo los pobres reciben una peor calidad de agua, incrementando así el riesgo de contraer enfermedades diarreicas, que pueden causar la muerte cuando afectan a los niños.
Importantes acuíferos en el oeste de Estados Unidos, México y América del Sur son amenazados por la sobreexplotación y la contaminación. En América del Sur, del 40 al 60 por ciento del agua proviene de acuíferos que enfrentan la contaminación siempre en aumento producida por el incremento de la actividad minera y agrícola. En México, 102 de los 653 acuíferos son sobre explotados, siendo la fuente principal de abastecimiento de agua para el 65%.
En algunas áreas los campesinos se han visto forzados a cambiar sus siembras de algodón a la menos lucrativa siembra de granos para forraje, debido a la insuficiencia de agua en los acuíferos para la siembra de algodón. Muchos de los principales lagos y cuencas de ríos desde América del Norte hasta América del Sur se encuentran bajo una gran presión debido al incremento en la población y décadas de desarrollo agrícola e industrial; entre los que se encuentran los grandes lagos en Estados Unidos, el lago de Maracaibo en Venezuela y el lago de Chapala en México.
El fin de esos ejercicios no es sólo fortalecer a las fuerzas armadas de esos países y estimular su independencia de vecinos más poderosos, en especial Rusia, China e Irán, sino también plantar la bandera -y el poderío militar- de Estados Unidos en una región que alberga 270 millones de barriles de petróleo o un quinto de las reservas mundiales probadas, según estimaciones.
La lucha por el agua dulce también puede volverse más desesperada en los próximos años, simplemente porque “la demanda está superando rápidamente a la oferta” en vastas áreas que se extienden desde el norte de África hasta Asia meridional.
Las cuencas fluviales donde la situación es más grave se encuentran en regiones donde el rápido crecimiento de la población presiona los recursos existentes y el recalentamiento del planeta puede agravar las condiciones de sequía.
Ejemplos claros de esto son el río Nilo, que fluye desde Etiopía hasta Egipto, pasando por Sudán; el Jordán, compartido por Israel, Jordania, Líbano y la Autoridad Nacional Palestina; el Tigris-Éufrates, que fluye desde Turquía hasta Siria, Iraq e Irán, y el Indus, cuyos afluentes atraviesan partes de India y Pakistán.
Como resultado, los conflictos se trasladarán cada vez más a regiones con recursos naturales relativamente abundantes, que en general habían sido olvidadas durante la guerra fría.
“El resultado es una nueva geografía estratégica, definida por la concentración de recursos y no por las fronteras políticas”.
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